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Fuente: La Voz de Galicia |
El Atlético sacó en la vuelta de Copa ante el Barcelona su peor cara, o mejor dicho, la verdadera. Patadas, agresiones (incluído un intento al linier) y una hostilidad que solo se muestra en los del Cholo Simeone cuando las cosas no vienen de cara.
Al igual que cuando a un niño se le quita su juguete favorito o se le regaña, y éste coge una rabieta y empieza a gritar y patalear, el Atlético hace lo mismo cuando las cosas no salen como ellos desean.
En cuanto tuvo perdida la eliminatoria, empezó otro partido, el de las protestas, las tanganas y las patadas, que desembocó en la expulsión de Gabi en el descanso en el túnel de vestuarios y dejó escenas vergonzosas, como la de Arda Turán lanzándole una bota al línier, una acción aplaudida por Simeone y la afición. Si llega a ser Ronaldo, en el Calderón ponen el grito en el cielo como hicieron hace dos días con lo ocurrido en Córdoba.
Otro episodio lamentable fue el intento de caza a Neymar por parte de Gámez, que pareció entrar al campo única y exclusivamente para tratar de lesionar al brasileño, verdugo de los atléticos anoche con dos goles.
Además para colmo, el Frente Atlético (si, ese grupo que supuestamente iban a eliminar del Calderón) acabó jaleando cada falta al grito de "otra, otra" y realizando cánticos como por ejemplos "orgullosos de estos jugadores."
Éste es el verdadero cholismo, y no el que nos intenta vender día tras día el Cholo Simeone (que de agresiones sabe un rato y si no que le pregunten a Julen Guerrero). Y al igual que en la época de Mourinho en el Madrid, el Atleti está entrando en un terreno pantanoso, en el que se está ganando la enemistad y la falta de respeto de muchos clubes. Veremos si podrán salir de ahí o seguirán con esa fase de autodestrucción futbolística de la cuál no parecen enterarse...o quizás no quieren.
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