Nairo Quintana se
impuso en la etapa reina de la Tirreno, con llegada en el monte Terminillo, en
un día con condiciones meteorológicas durísimas con mucho frío y nieve. El
corredor de Movistar se impuso a Bauke Mollema, segundo y al resto de rivales, entre ellos Alberto Contador.
La
fuga del día estuvo compuesta por Grivko, De Marchi, Monfort, Scarponi,
Vicioso, Herrada, Voss y Montaguti, llegando a tener ocho minutos de ventaja
sobre el pelotón, que nunca vio en los fugados una amenaza para los líderes de
esta carrera.
El
mal tiempo amenazó incluso con dejar a las televisiones sin poder retransmitir
la subida final, pero afortunadamente si se pudo ver la ascensión al Terminillo, un puerto de 16
kilómetros, con rampas máximas del 12%.
Era
la primera opción para ver en acción a Contador, Quintana, Nibali, Purito y
Urán, que de los cinco era el mejor colocado en la general, a 17 segundos del
líder, Wout Poels. El primero en probarlo fue por sorpresa Roman Kreuziger,
pero sin éxito. Lo que si logró fue partir el pelotón y hacer una selección con
los más fuertes.
Los
Sky se quedaron muy descolocados y cada uno debía hacer la guerra por su
cuenta, sin compañeros de equipo. Fue entonces cuando Nairo a 5 kilómetros
lanzó un ataque demoledor que dejó sin respuesta al resto de rivales.
Contador
trató de alcanzar al colombiano con varios corredores entre otros Pinot o Urán,
mientras Nibali se quedaba en las duras rampas del Terminillo. El español con
mucha garra trataba de tirar pero nadie en el pelotón se puso de acuerdo y
Quintana con un ritmo espectacular se marchó en solitario hacia la victoria y
el liderato.
Quintana
entró en meta con 40 segundos sobre Bauke Mollema, 55 sobre Purito, y el resto de favoritos. Contador y Urán entraron juntos mientras que Nibali, descolgado kilómetros atrás, no pudo seguir el ritmo de un Quintana que demuestra estar en un gran estado de forma. Rival número 1 para el Tour de Francia.
Mañanaa penúltima etapa de la Tirreno. 210
kilómetros entre Rieti y Porto Sant´Elpidio. Nueva ocasión para los sprinters
tras varios días con llegadas en alto.
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