Michael Matthews, del Orica, se llevó la tercera etapa de la París-Niza, una etapa con 179 kilómetros con final en Saint-Pourçain y se colocó como nuevo líder de la prueba.
La etapa de nuevo marcada por la fuga de un corredor del Bretagne-Sache, que está siendo el gran animador de la ronda hasta el momento. Junto a Vachon, Phillipe Gilbert, del BMC. Ambos corredores llegaron a disfrutar de casi siete minutos de ventaja sobre el pelotón. Cuando parecía que los fugados serían cazados apareció Voeckler para dar un poco de emoción.
Con su arreón se marchó junto a los dos escapados y volvieron a aumentar la ventaja hasta los cinco minutos, siempre controlados por la serpiente multicolor, que no se puso nervioso en ningún momento. Sky se puso a tirar de la mano de Bradley Wiggins y la fuga llegó a su fin. O eso parecía.
Cuando Vachon fue cazado, Tiralongo, Bardet y Bakelants se marchaban junto a un Voeckler que cedía fruto del cansancio. Los tres nuevos fugados contaron con 20 segundos de ventaja pero finalmente a falta de 3 kilómetros fueron cazados, con lo que victoria se jugaría un día más en el sprint final.
Allí, fue el más rápido por delante de Cimolai y de Nizzolo, que se quedaron con la miel en los labios.
Mañana cuarta etapa. Llega las llegadas en alto. Etapa entre Varennes-sur-Allier y Croix de Chaubouret, con 204 km de recorrido. Primera ocasión para ver a los escaladores.
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