Un disparo que nos hizo soñar

La mejor falta de la historia. Fuente: Agencias


Me suelen resultar muy poco llevaderos los llamados parones ligueros, sobre todo cuando
conllevan partidos carentes de emoción para grupos clasificatorios descafeinados o amistosos
de relumbrón que, casi nunca ofrecen lo que sus carteles prometen. Pero aun así, hay que
revisar la cartelera diaria. Y el “partido de la jornada” de esta noche es , sin duda, el Francia
Brasil que comenzará a las 21 horas en el Stade de France.

Tirando de la hemeroteca podemos encontrar enfrentamientos históricos entre ambas
formaciones, con una detallada estadística que evoca retos de gran envergadura. Pero, qué
curioso, mi particular “wikipedia” mental no me lleva a un partido glorioso sino a un momento, un instante ,que me define mejor la magia del balón redondo, nunca mejor dicho.

Y estoy hablando de un amistoso como el de hoy. Un partido que está a punto de cumplir la
mayoría de edad. Era el 3 de junio de 1997 con las dos selecciones jugando en el estadio
Gerland de Lyon. No me pregunten por quien ganó y mucho menos por el resultado. Pero una
foto fija o ,mejor dicho, una secuencia de aquel partido me marcó para siempre. Una falta, eso
a lo que los “cursis” llaman golpe franco.  Un lanzador, Roberto Carlos. Un zurdazo potentísimo
que se iba hacia la derecha para pensar ya en el saque de puerta de Barthez. Y de repente, a
mitad de camino, la pelota decide volver hacia su objetivo ante el asombro de todos.

Y digo de todos ya que esa trayectoria mágica llegó incluso a ser objeto de tesis doctorales en
las publicaciones de ciencias físicas más prestigiosas del mundo.

Esta noche me resultará inevitable evocar ,una vez más, aquel maravilloso instante.

Javi Vicente