El derbi de las calenturas

La Real celebrando un gol en la ida / Agencias

Athletic y Real Sociedad, se medirán esta noche a las 22:00, televisado por Cuatro, en San Mamés Barria.


 
Athletic y Real Sociedad frente a frente, en un encuentro que seguramente sea calentito. Los locales se juegan seguir luchando por puestos europeos, y los visitantes por enseñar que su mejoría del último encuentro, puede ir a más.

Pero no será fácil. Por mucho que las aficiones (en su gran mayoría, indeseables existen en ambos bandos) se lleven como hermanos y compartan cánticos, cervezas y kalimotxos en las calles, las cosas cambian dentro del campo, en los despachos, e incluso en la grada. Vayamos por partes.

En el campo, jugadores de ambos equipos se llevan de maravilla, aunque mientras rueda la pelota no hay amigos. Buena muestra de esto es el tortazo que le dió Bergara a Herrera por llevar todo el partido calentando la oreja de rivales y colegiado. Pero sin tener que remontarnos a algo tan lejano, esta misma semana, el siempre polémico y nada querido en Donostia, Carlos Gurpegi, volvió a sacar un discurso que en Bilbao parecen intentar creerse últimamente. Dicen no ver el encuentro como un derbi, sino como un partido con 3 puntos en juego. Menospreciando la historia de rivalidad entre ambos club. Pero además, sin caer en la cuenta que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Valga el ejemplo del derbi de canteras de este año en Lezama, donde los del filial txuri-urdin (jugadores de 17 a 23 años), tuvieron que aguantar todo tipo de lindezas de la grada de los bilbainos, incluso los propios aficionados donostiarras contaban que a ellos, también les cayó algún que otro insulto de indeseables. También las declaraciones de Urrutia en el partido de la Euskal Selekzioa, crispan el ambiente, al decir que estaba orgulloso de que el partido se jugara en San Mamés al ser el Athletic la selección de Euskal Herria. Toma fantasmada.

Además, los encuentros entre ambos, siempre tienen servidas las pólemicas si se disputan en Bilbao. Curiosamente, favoreciendo en la mayoría de los casos a los locales. Una mano de Aduriz en area rival, ha sido penalty; 8 penaltys cometió Aitor Ocio a Kovacevic en su regreso a la Real, sin que se pitara ninguno, un gol clarísimo que no subió al marcador de Carlos Vela, porque el árbitro miró hacia otro lado, entradas durísimas del Athletic sin amonestaciones ni expulsiones... Como decía, la mayoría favorable a los locales, aunque algún desliz de los colegiados a favor de los donostiarras también hubo, como el tortazo mencionado anteriormente de Bergara, que pasó inadvertido para el árbitro.

Pero también ocurren incidentes, bastante recientes, que manchan el nombre del derbi vasco, en la grada. La afición txuri-urdin fue golpeada por los encargados de seguridad del recinto deportivo, y todavía estamos esperando una explicación al motivo de porque decidieron golpear a aquel sector deliberadamente, después de esos mismo aficionados, haber sido meados por los graderíos más altos, y haber tenido que aguantar el lanzamiento de bocatas y objetos. Incluso el año pasado, en el primer partido de la Real en el nuevo San Mamés, aficionados visitantes fueron increpados, insultados y casi expulsados del campo por los propios aficionados que no querían tenerle cerca, pero hubo valientes bilbainos en la grada que defendieron a esos hinchas, y se enfrentaron a los impresentables, logrando que los realistas se quedaran y disfrutaran del encuentro.

No quedando ahí todo, conocido fue el pacto de no agresión a las canteras, pero nunca usado. El Bilbao ha seguido haciendo y deshaciendo a su gusto en todas las equipos convenidos con Real, Osasuna y Alavés. Incluso directamente con los canteranos de los mismos equipos. 

Pero en los despachos también hay otro gran choque entre ambos equipos. El flamante y nuevo campo de Bilbao, hecho con dinero público y en menor cantidad, privado. En San Mamés no ha habido ningún impedimento para poder construir un estadio de más de 200 millones de euros en plena crisis. Un campo que fue reformado con el mundial de España de 1982 y destruido en 2013, para dejar sitio a este monumento a la arquitectura moderna. Pero en la capital donostiarra el trato, ha sido completamente diferente, pues en 1982 se denegó la posibilidad de reformar Atotxa para que pudiera ser sede del mundial, incluso la posibilidad de construir un nuevo campo de fútbol pagado en su gran mayoría por la Real en Zubieta, donde ahora entrenan los de Moyes. Desde 2012, la historia se repite. El Athletic ha conseguido lo que quería, se ha quedado con el campo en propiedad, y no ha pagado ni un cuarto de su construcción. La Real propone renovar Anoeta (estadio, miniestadio, velódromo y entorno), pagando todo excepto 10 millones de euros de su propio bolsillo y siendo aún el estadio municipal, es decir, público. Incomprensiblemente, todo son trabas y por si poco arde Troya, los políticos bilbaínos de turno, echan más leña al fuego tachando a los que defienden esta propuesta y no entienden las negativas y el agravio comparativo, de provincialistas y acomplejados.

Demasiadas anécdotas que hacen llegar a San Mamés, con un Athletic en busca de plaza europea y a una Real Sociedad caliente y ansiosa de descargar su ira con su 6º encuentro consecutivo sin perder en la que algunos ya consideran la capital vasca, menospreciando a Vitoria.

Goazen Erreala! Goazen txapeldun!

Andrés del Hoyo / @twidarkogol9