¿Fue el Gran Premio de Malasia un espejismo?

Victoria de Vettel en Malasia / Agencias

El Gran Premio devolvió todo a su sitio, esa es mi opinión. El campeonato este año está totalmente monopolizado por Mercedes, al menos, eso podemos ver los que domingo tras domingo nos sentamos frente a nuestro televisor para vivir como Mercedes domina a sus rivales. Es cierto que en Malasia vimos un Ferrari que de verdad corría y era capaz de levantar las esperanzas de los aficionados a la Fórmula 1, quienes tras la carrera de Vettel en la segunda cita del Mundial esperaban ver un GP de China mucho más apretado.

Sin embargo, ha terminado ocurriendo lo que todos más o menos nos imaginábamos. Como en el fútbol, la Fórmula 1 también vive ciclos. Un equipo no puede ganar todos los Grandes Premios de una temporada, ya que pueden sucederse fallos mecánicos, equivocaciones o sanciones que lo impidan. Lo que vimos en Malasia fue un soplo de aire fresco para un deporte en el que cada vez importa más el coche que la habilidad del piloto. Se necesita dinero para evolucionar los monoplazas e ingenieros muy buenos capaces de dotar al coche de ese segundo o dos segundos que marquen la diferencia. En ese sentido, Mercedes está a años luz de las demás escuderías en estos momentos.

Es triste que un deporte como la Fórmula 1 esté viviendo este oscuro capítulo, pero realmente, las cosas están así. Espero ver a Ferrari, McLaren, Red Bull o Sauber plantando cara en algún momento de la temporada a Mercedes, esa es mi esperanza, pero si escribo más pensando en lo que dice mi sentido común, será bastante difícil que esto ocurra. La verdadera lucha en este Mundial será la de saber quien de los dos pilotos de Mercedes termina levantando el trofeo que le acredita como campeón del Mundo y en este capitulo, ahora mismo, Hamilton lleva la delantera...