El Córdoba va pasito a pasito


El Córdoba ha pasado por todo en tan sólo media temporada. Derrotas, destitución del técnico, victorias, pero lo que nunca se ha perdido es la esperanza por mantenerse en Primera División.


Volver a Primera División después de 43 años no es fácil. Y si no que se lo pregunten al Córdoba. El equipo blanquiverde pagó la novatada durante las primeras jornadas. Todo parecía destinado al fracaso pero la llegada de un nuevo técnico parece haber despertado del letargo a los jugadores.

La consigna antes del comienzo de la Liga era clara: lograr la permanencia. La llegada de jugadores como Cartabia, Fidel, Havenaar, Ghilas y compañía hacía presagiar una temporada tranquila en el Arcángel, pero más bien todo se convirtió en una pesadilla bastante oscura desde el primer partido.

Tras caer en el Bernabéu en el partido inaugural, los resultados no terminaban de llegar, y el Córdoba llegó a estar 13 jornadas consecutivas sin conocer la victoria. La destitución de Ferrer y la llegada de Djukic, con más experiencia en Primera como entrenador, despertó al equipo, que va sumando de tres en tres e incluso ha logrado salir momentáneamente de los puestos de descenso, algo impensable hace dos meses visto el rendimiento del equipo.

Ghilas se ha convertido en el puntal del ataque cordobés, y con cinco goles es el máximo goleador. La no convocatoria del africano para la Copa África viene de perlas a un Córdoba que sin el ex del Oporto, sufre para encontrar vías para marcar. El otro nombre propio es Fede Cartabia.

El jugador cedido por el Valencia tiene enamorados a los aficionados del equipo andaluz. El argentino encara, regatea y corre como el que más, pero su falta de compañerismo en ciertos momentos le pierde. Aún es jóven y con el paso del tiempo terminará corrigiendo ese defecto.

Si el Córdoba sigue en esta dinámica positiva de resultados y se hace fuerte en su estadio, la permanencia estará más cerca. Cierto es que hay muchos equipos con mayor experiencia a la hora de gestionar la ansiedad en las últimas jornadas para manejar esas situaciones, pero seguro que nadie gana al Córdoba en una cosa; ilusión.