Horner y Wolff, grandes protagonistas. Fuente: Agencias
El Mundial 2015 ya ha dado comienzo y con él ha traído ya la primera polémica del paddock, nada más terminar el GP de Australia. Las polémicas siempre están presentes en la F1, pero esta podría tener graves consecuencias.
El Mundial ya ha llegado y no ha venido solo. La primera polémica ya ha surgido entre dos jefes del paddock que parecen discrepar sobre ciertas normas del Reglamento de la FIA, algo que puede acabar en una mala situación. Los protagonistas son los jefes de Red Bull y Mercedes, Christian Horner y Toto Wolff.
La polémica ha surgido debido a las declaraciones de Horner tras acabar el GP de Australia, en las que crítico la poca igualdad existente entre la escudería alemana y el resto de escuderías, y ademas pidió un cambio de reglamento a la FIA con tal de favorecer la igualdad.
Horner recordó que cuando ellos eran los que ganaban se cambiaron muchas reglas con tal de dar igualdad a la competición, como la prohibición de los dobles difusores o la carrocería flexible. Horner muestra así su disconformidad con que los Mercedes no tengan rival actualmente y, de hecho, se ha llegado a especular con que podrían dejar la F1 si esto no cambia.
Pero, lejos de morderse la lengua, Toto Wolff contestó sin miedo a las declaraciones del jefe de Red Bull, afirmando que era su comportamiento era el típico de un llorón y que ellos no habían actuado igual en el pasado. Wolff afirmó que no se trata de quejarse, sino de "agachar la jodida cabeza, trabajar duro y solucionar el problema".
La consecuencia más grave es la ya mencionada salida de Red Bull de la F1, algo que sería una medida exagerada, pero también lo es plantearse esa opción tras la 1ª carrera del Mundial. De todas maneras, esperemos que la sangre no llegue al rió y que todo este tema se solucione, sino por ellos, por la F1.
Germán Comes López del Castillo / @germanVCF
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