Alonso, dentro del McLaren-Honda. Fuente: Agencias |
Se acabó. El tiempo de las mentiras y engaños del dúo McLaren - Ron Dennis ha llegado a su fin. Ha pasado justo lo que más se temían en McLaren, que llegará el protagonista y despejara la niebla de mentiras que habían creado.
Pues muy a pesar de Ron Dennis, ha ocurrido. Fernando Alonso llegó a Malasia sabiendo que las preguntas sobre su accidente iban a ser las más recurrentes y, de esta manera, se propuso aclararlo todo de una sola vez. El piloto asturiano no es de esas personas que hablan y no explican nada, sino que lleva demostrando desde que llegó a la F1 que no tiene pelos en la lengua.
El piloto de Oviedo ha declarado que lo recuerda todo sobre el accidente y ha afirmado que se bloqueó la dirección y ello fue la causa de su accidente. De esta manera Alonso ha desmontado toda la historia que habían montado de cara a la prensa y, por consiguiente, al público, los mandamases de Woking.
Alonso se había visto obligado a callar durante todo este tiempo para no alterar el ambiente y, apoyado en sus seres queridos, ha esperado el momento oportuno de destapar la verdad como si de una bomba se tratase. Una bomba que ha puesto a McLaren en una situación comprometida ya que, a pesar de que el bloqueo de dirección no se registra en la telemetría, Alonso ha desmontado la mentira de que el fallo era suyo y no del coche (afirmación que, sin embargo, nadie se creía, ya que ha sido el coche con más problemas)
Y una cosa queda clara, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y Ron Dennis es el ejemplo más claro. Ya se equivocó con Alonso en 2007 y, ahora, 8 años después, vuelve a cometer el mismo error.
Sea como sea, tanto Ron Dennis como McLaren han quedado en bastante mala posición, mientras que el asturiano ha recuperado la confianza de aquellos que se la retiraron tras su accidente, aunque eran bastantes pocos.
Germán Comes López del Castillo / @germanVCF_LTB
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