Un Levante en horas bajas

Jugadores del Levante / Agencias
El Levante es uno de esos equipos modestos que suele sufrir temporada tras temporada. Sin embargo, el buen hacer del Levante cuando un tal Joaquín Caparrós entrenaba al equipo, cegó a muchos aficionados, invitando a pensar que el Levante viviría grandes temporadas en los próximos años. Esto, finalmente, no ha sido así. Si algo me ha demostrado el fútbol es que un día estás arriba como al siguiente estas abajo. Son ciclos que son incontrolables y que muchas veces vienen provocado por cambios radicales en la estructura tanto deportiva como extradeportiva de un club.



Algo parecido le está ocurriendo al Levante. El conjunto granota está situado en puestos de descensos y todo hace indicar a que le será bastante difícil salir de los mismos. Equipo tienen, pero falta que todos remen en una misma dirección para intentar luchar por objetivos comunes y no por agradar de forma individual a la afición. Una vez conseguido el ascenso, es el momento de asentar el equipo e intentar evitar fugas que puedan dañar al mismo de cara al futuro.

Nada está perdido, todavía queda temporada. Pero es el momento de cambiar la situación. De lo contrario, podemos lamentar un descenso que además de dañar al equipo, afectará sensiblemente a las finanzas del club. Unas finanzas que necesitan de la permanencia para seguir siendo viables. Es todo o nada, pero siempre con una ojo en el futuro y con el otro en la realidad.